27 jul 2015

Relato- Servicio bajo las sombras. Cap.2

Parte 2-Una experiencia….religiosa??

Fueron esos microsegundos de auto preguntarse, ¿¿¿Que yo hago acá??? , y al mismo tiempo sentirse arrastrada hacia una marea de sentimientos encontrados y totalmente inciertos y nuevos. Me sentía temblar, y respirar erráticamente. A la vez que lo sentía avanzar, rodearme y estudiarme como estudia un animal de caza a su presa.
Respiraba con la boca abierta, casi jadeando del miedo.
-No te asustes, esto es tan nuevo para ti como para mí- Una voz grave dijo de golpe, sobresaltándome.
Pero tenía que serenarme y quedarme muy quieta a la espera de sus órdenes. Las reglas estaban claras; ojos cerrados completamente, quieta a la espera de sus órdenes sin refutar, sin preguntar. Solo obedecer....
Pero no estaba en mi quedarme tan sumisa, soy esclava de mis sensaciones y en ese momento estaban corriendo libres y confundidas.
De pronto sentí su aliento detrás de mi, como conteniéndose. Algo provocó que doblara mi cuello, como exponiéndolo, como si sintiera sus deseos. Así fue que él entendió y lo sentía cada vez mas cerca de mi cuerpo, oliéndome o más que eso, absorbiendo mi esencia.
Creí sentir que intentaría besar mi cuello, que se detuvo a milímetros de mi piel. Dudando, peleando contra el deseo.
Hasta que finalmente lo hizo, y posó sus labios en mi cuello. Fue sentir una fuerza tremenda y repentina que llenó mi cuerpo de calor.
Un terremoto de sensaciones se apoderó de mi. ¿Cómo me podía estar pasando todo esto?, me preguntaba.
Y me deje llevar, no tenia otra escapatoria. Solo me deje llevar...
Dejo sus labios en mi cuello, solo unos segundos. Luego comenzó la tortura, empezó a recorrerme el cuello con sus labios, hasta llegar a mi oído. 
–No se como decirte esto, pero me volvés loco. Esto es nuevo y a la vez, tan excitante que me saca de eje.- Me decía, mientras posaba sus manos sobre mis caderas, no se si para aferrarme a él, o él aferrarse a mi. Sus dedos se clavaban en mi piel, un calor repentino comenzaba a abarcar mi cuerpo, no se si fueron las copas que me bebí para juntar valor, o la adrenalina del momento. Pero de golpe sentí que mi cuerpo se estaba llenando de un calor muy fuerte y poderoso.
El siguió besando mi cuello, sentí que movía su cara sobre mi, sentí su barba rasposa, apenas crecida, me lo imaginé con ese aspecto descuidado de días que los hombres usaban en la actualidad, como lija, que hacia que mi piel se sintiera mas sensible por sus caricias.
No pude evitar jadear, me encontraba perdida en un momento irreal.
-No tiembles,me dijo,- ¿Estaba temblando?
-No voy a hacerte daño-.
Y de repente se alejó, pero seguía sintiéndolo cerca, hasta que sentí su mano, acariciándome el pelo. 
–Sos muy hermosa, vamos a pasarla bien.
Sentía sus dedos acariciándome el hombro, hasta que lentamente comenzó a bajarme el bretel del corpiño de encaje que llevaba puesto. Uno y luego el otro, recorriendo con sus dedos el borde superior del corpiño. Como delineando mis pechos, para esto yo ya empezaba a respirar más agitada. Creo que lo presintió, porque volvió a acercarse a mi oído y me dijo bajito –No me temas, no te asustes, no quiero que la pases mal, quiero que goces tanto como yo.
Cerré la boca, que me di cuenta que la traía abierta y respirando agitada por ella y traté de recomponerme. No sabía hasta donde esta situación pudiera llegar. En este tipo de servicio no era ni explícito ni necesario u obligatorio, o como quiera uno entenderlo que tenia que haber sexo. Las chicas que ya tenían experiencia en esto, me habían explicado que justamente la persona que buscaba este servicio en especial, que no era normal ni tan común, buscaba no solo tener sexo. Buscaba desenchufarse, sentir la sensualidad. Las chicas lo tomaban como una terapia, ellas eran la terapeuta, obviamente. Pero que justamente y no se como dieron con esta manera de proceder, necesitaban chicas con poca experiencia, para que la manera de reaccionar sea creíble, y vaya que se sentía creíble. Mi cabeza estaba a mil, no quería saber lo que mi cliente estaría sintiendo ahora.
-Te siento distante, vuelve a mi.- Me dijo de pronto, es como si hubiera entrado en mi cabeza y se hubiera dando cuenta que de pronto volé, pero para poder entender como debía seguir en esta situación.
Apenas pude atinar a decir perdón, que el cubrió mis labios con sus dedos.
- Shhh, esta bien, lo entiendo, se que esto no es fácil para ti.- Me quede pensado si esto era nuevo para el.......no valía la pena saberlo, solo me concentre en dejarme llevar.
Sus dedos pasaron de mi boca, a mi mejilla, recorriéndola, y luego los arrastro hasta llegar a mi pelo, acariciándolo y peinándolo.
Acompañe el movimiento con mi cabeza, como siguiendo la caricia.
-Eso es, te quiero así, entregada a mi, te necesito así- Atiné levantar un poco la cabeza como preguntándome porque me había dicho eso, y como si hubiera adivinado mi movimiento, decidió evitar la respuesta, haciendo algo de improvisto.
Me beso para no responder, apenas apoyo sus labios a los míos, como esperando el permiso para llegar más allá. Me deje llevar y presione levemente mis labios a los suyos, fue como darle el permiso que esperaba. Porque rápidamente abrió su boca y comenzó a asaltar mi boca con su lengua. Yo no pude evitar quedarme atrás, mi lengua cobro vida propia y siguió una danza atrevida contra la suya. Era como si nos batiéramos a duelo, una batalla terrible y hambrienta.
Él fue el primero en romper el contacto, jadeante, buscando aire.
-Dios, eso es nena, si así.
Sus manos volvieron a estrecharme y otro round de besos ardientes se apoderó del momento. Hasta que nuestras bocas tuvieron que separase, para buscar oxígeno. Pego su frente contra la mía buscando apoyo.
-Si sigues así no me voy a poder aguantar, tus besos son muy poderosos.- Me quedé dura al escuchar eso, jamás pensé que mis besos podrían volver loco a hombre, no de esa manera.
-Me gusta besarte.- Me atreví a confesarle, me sentía poderosa.
Lo sentí titubear, creía que se había enojado. Pero trazo mi boca con sus dedos y me alivió el contacto.
-No te das cuenta lo que tus besos me hacen, nunca pensé que tendrían este efecto en mí. Fue como algo místico.
Místico, pensé, wuau. Creo que dentro de mí, mi ego creció un poco mas, la gata escondida se estiró y se relamió. Era la primera vez que un hombre me decía algo así, y me hacia sentir poderosa. Con tan solo un beso... Dios, que más tendré que hacer para mantener las expectativas al mismo nivel, no hizo falta pensar mucho. Al sentir su agarre fuerte en mi nuca y estrechar el abrazo, pude sentir su erección contra mi. Creo que vamos por buen camino me dije.
-Quiero más de tus besos nena, los necesito, dame más.- Y así sin más, me comió la boca de manera hambrienta y sin piedad.




No hay comentarios:

Publicar un comentario