12 jun 2017

La verdad sobre los cuentos de hadas. Caperucita Roja.

¿Se acuerdan de los cuentos que nos leían en la niñez?
No siempre fueron tan rosas, ni tan comieron perdices y fueron felices.
La macabra verdad era otra, eran historias para adultos. Llenas de perversión, abuso de menores y canibalismo.
Hoy en día prodrían ser cuentos salidos de alguna serie moderna sobre asesinos seriales y mentes perturbadas.
Algunos de estos cuentos, por no decir su mayoría tenían la función de amedrentar a los adultos, y enseñar a los niños a no salirse del buen camino. Pues si lo hacían terribles cosas podrían sucederles.

El primer ejemplo de como seguir el buen camino lo lleva de la mano la famosa Caperucita Roja.
Este antiguo y conocido cuento tiene varias y macabras versiones de fondo.
En el siglo 14 en Italia se contaba la historia de "La finta nonna", que significa la falsa abuela, en el cual el lobo en realidad era un licántropo (hombre lobo) que seducía a la pequeña Caperucita, para compartir el banquete de carne y sangre de su abuelita y unirsele en sus fechorías.Tras obligarla a sacarse toda la ropa y tirarla al fuego para compartir el lecho. Una clara advertencia para no entablar ninguna relación con desconocidos.
La famosa caperuza roja no formaba parte del vestuario, fue agregada con el tiempo ya que el color rojo era el elegido para la mujeres fáciles de la época. Para que se sientan indentificadas, que si vestias de rojo y te vas sola al bosque, no sos una buena y fiel mujer.
Charles Perrault, escritor francés le dio otro toque al cuento al castigar a la pobre Caperucita por elegir el camino fácil en el bosque y ser devorada por el lobo.
Los hermanos Grimm finalmente le otorgaron al cuento el final feliz, Caperucita fue salvada por un valiente leñador y descartaron toda insinuación erótica en el cuento.
La industria cinematográfica inmortalizó el cuento en innumerables versiones de todo tipo y para todo público.



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