Parte 3. Recordando sus besos.
Lo que paso ayer, me dejo sorprendida y shockeada. Tenía
mucho miedo de que la situación se fuera de control, para mí. Pero a decir
verdad, por ser la primera vez, fue bastante amena. Claro que solo fue la primera,
como una primera cita para conocernos y vaya que fue agradable.
Debo confesar que al principio me sentí como una virgen en
su noche de bodas. Pero tengo que hacerme la idea, que es solo un negocio y no
darle tanta importancia a la relación, solo es comercial. Me lo repetí cientos
de veces el día de hoy. Tengo un par de días para relajarme y pensar. La paga
fue bastante buena, y me sorprendió que la “transacción” como la llaman en el
local, fue por un par de citas más. Así que mi cabeza estaba a mil, la próxima
iremos mas lejos?. Pero dentro mi otra voz decía…..que tan lejos? Dios, no creo
que vaya a dormir esta noche, tengo mil situaciones variables en mi mente. De
como podría haber seguido, o de como podría seguir la próxima vez…..
No me quejo de como salio la noche, fuimos como dos novios
ardientes y con obstáculos.
No nos quitamos la ropa, fueron solos besos fogosos. Y el se
fue, con un beso en la frente, agitado tanto o más que yo. Y con un, -Volveré a
verte nena.-
Fue una afirmación, no una pregunta.
Hasta que no escuché el cierre de la puerta, no pude sacarme
la venda de los ojos. Me costo abrirlos, a pesar que la habitación no estaba
tan iluminada, me acostumbre a las sombras, y además de sentirme aturdida por
toda la situación, también me sentí aliviada.
Aunque a decir verdad, en un pequeño lugar dentro de mi,
quede desilusionada.
Tengo dos partes de mi, peleando por lo que pudo pasar, una
parte de mi esta más que satisfecha porque justamente no paso a más, pero por
otro lado, mi parte oscura me reprocha el no haber ido por más. ¿Por qué no
exigiste ir más lejos? Podías haber tratado de quitarle la ropa. Eres monja
acaso! Y muchas barbaridades más, pero al ponerme firme me sentí satisfecha con
todo lo que paso.
Estoy esperando ansiosa que me digan, esta noche tenes tu
cliente especial. Mientras tanto seguiré de camarera, como lo hice siempre. Si
no ocupo mi mente en algo mas, me voy a volver loca.
Volví como siempre al local, atendiendo las mesas como es
habitual. Hasta que unos de los de seguridad me dijo, te llaman, parece que tu
cita especial se adelanto. Y eso fue suficiente para que mi respiración se
fuera de orbita. Ok, me voy a cambiar le dije, y salí tambaleando de entre las
mesas.
Me vestí con un corset, y ligas. Me vende y espere.
Paciente, sentada en el medio de la habitación. Tenía todo bajo control hasta
que escuche la puerta abrirse. Y la aventura comenzó otra vez.
Lo escuche avanzar, hasta que se paro cerca de mi, y en mi
oído escuche. –Te vi sirviendo recién, lo haces muy bien-.
Me quede dura, pensando, lo habre atendido?.
-Si pensas si me atendiste, la respuesta es si. Y me
encanto-. Me puse a repasar, hay dios con toda esa musica y gente, no puedo
adivinar quien pudo ser!!. Su risa, me saco de mis pensamientos, -Ja jaja,
estas re viendo toda la situación, para ver si me pudiste encontrar no? Nena,
te aseguro que te va a costar, no me doy a dar a conocer a menos que quiera,
claro. Además, quería observarte un poco mas, sos tan dulce-.
Abstraída en mis pensamientos no me pude percatar de cuan
cerca estaba, hasta que sentí sus besos en mi cuello. Y me sobresalte, pero fue
grato a la vez. –No te asustes, nena. Hoy te conocí un poco mas, te vi sonreír,
sonrojarte. Quiero conocerte un poco más.-
- Es injusto- susurre, en protesta. –Lo se nena, pero este
juego es así-.
-Dejame conocerte, a mi manera.-
Y lo deje, algo en mi quería esas caricia, esos besos.
Torcí mas el cuello, demostrándole que necesitaba mas de el.
Y lo entendió, comenzó a besarme el cuello, mordisquear el lóbulo de mi oreja.
Y yo comenzaba a volverme adicta a el. En tan poco tiempo, esta situación
comenzó a transformarme y volverme adicta a todo lo que el me pudiera dar.
-Ponete de pie, ahora-. Su orden sonó como látigo en mi. Me
puse de pie de golpe. Y lo sentí rodearme, como la primera vez. Observarme,
llenarse de mi. –Estas radiante-. Expreso, y yo me sentí flotar.
Sus manos comenzaron a acariciarme los brazos, hasta llegar
hasta la nuca. Lo sentí pegarse a mi, fundirse en mi. Hasta que de pronto, su
boca tomo propiedad de la mía. Me devoro con ansias, con hambre. Y yo respondí
gustosa de el.
Mis manos no podían quedarse quietas, treparon por sus
brazos y tomaron su nuca, anclados los dos, con exactos gestos, devorándonos de
pasión.
Hasta que la cosa empezó a ir mas allá….
Sus boca comenzó a bajar por mi cuello, y bajo y bajo. Su
mano fue hasta mi espalda, y empezó a desabrochar el corset. Al principio no me
di cuenta, hasta que sentí que la prenda se aflojaba, y le apreté fuerte de los
hombros.
-No te resistas, esto tiene que seguir su curso-. Lo dijo de
manera demandante.
Y de golpe, el corset cayó a mis pies. Sentí un vacío, el se
separo unos pasos delante mío. Quede con los brazos en el aire, desnuda, con
solo una tanga, medias y porta ligas.
-Hermosa-. Solo dijo, en un tono escalofriante, pero
sensual. Sentí al instante que mis pezones se erguían.
Y sentí sus manos tomando mis pechos, le llenaban las manos.
Los amasaba con deseo, mientras que yo no podía evitar dar un pequeño jadeo.
Me tomo fuertemente de la nuca, con una mano, y asalto mi
boca. Sentí que nos movíamos, hasta que mis piernas chocaron con la cama. Y me
tumbo en ella, sin dejar de besarme, con una mano tomaba mi nuca y con la otra,
torturaba mi pecho.
Me sentía en el cielo, solo con estas caricias, en mi mente
solo había una pregunta. Como seguiría la noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario